jueves, 1 de julio de 2010



Jacques Lacan
Biografía:
Nació el13 de abril de 1901 en París; 9 de septiembre de 1981 en París, fue un médico psiquiatra y psicoanalista francés conocido por los aportes teóricos que hiciera al psicoanálisis basándose en una nueva lectura de Freud que incorpora elementos del estructuralismo y de la lingüística estructural.
Sus aportes los define él mismo como un «retorno a Freud» y a sus teorías, por un lado, y como su radicalización, nueva interpretación («Freud contra Freud») o desarrollo ulterior, por otro.
Lacan buscó reorientar el psicoanálisis hacia la obra original de Freud, ya que consideraba que el psicoanálisis post-freudiano se había desviado cayendo en una lógica a veces biologicista, u objetivadora de la realidad. Lacan acusó a muchos de los psicoanalistas coetáneos por haber distorsionado y parcializado la teoría de Freud. Reinterpretó y amplió la práctica psicoanalítica, construyendo una lectura de la obra freudiana basada en el concepto de estructura. Incorporó además nociones de origen lingüístico, filosófico y topológico que lo llevaron a redefinir muchos de los principales términos del léxico psicoanalítico y a formular la tesis por la que se lo identifica:
«El inconsciente está estructurado 'como' un lenguaje»
Con esta formulación Lacan afirma realizar un retorno a la concepción de inconsciente propuesta por Freud, al tiempo que se distancia de la posición de los teóricos de las relaciones objetales (psicólogos del yo), quienes intentan dar un lugar al inconsciente. Con su concepto, Lacan pone al inconsciente en la imposibilidad de representar los Objetos reales de manera absoluta en el lenguaje. Lo inconsciente remitiría a lo no-dicho en el lenguaje.
Ideas:
Lacan retoma la teoría psicoanalítica de Freud para desarrollarla incorporando elementos del estructuralismo, la lingüística (Ferdinand de Saussure, Roman Jakobson), de la filosofía (Kojève, Sartre, Hegel), de la fenomenología (Husserl), de corrientes existencialistas diversas a las sartreanas (Martin Heidegger, Karl Jaspers, Maurice Merleau-Ponty), de la antropología (Lévi-Strauss) así como elementos de las matemáticas, por ejemplo la topología combinatoria (banda de Moebius y el toro, la teoría de los nudos, la geometría, la teoría de juegos y la teoría de números.
Lacan retoma la teoría psicoanalítica de Freud para desarrollarla incorporando elementos del estructuralismo, la lingüística (Ferdinand de Saussure, Roman Jakobson), de la filosofía (Kojève, Sartre, Hegel), de la fenomenología (Husserl), de corrientes existencialistas diversas a las sartreanas (Martin Heidegger, Karl Jaspers, Maurice Merleau-Ponty), de la antropología (Lévi-Strauss) así como elementos de las matemáticas, por ejemplo la topología combinatoria (banda de Moebius y el toro, la teoría de los nudos, la geometría, la teoría de juegos y la teoría de números.
Inconsciente estructurado
Una de las primeras hipótesis fuertes de Lacan es que lo inconsciente está estructurado como un lenguaje y opera combinatoriamente por los mismos procesos que generan la metonimia y la metáfora. Entiéndase bien: no quiere decir que se reduzca a un lenguaje. Un ejemplo "simple" de lo antedicho son los ensueños (imágenes oníricas); éstos son como metáforas de deseos reprimidos. Explica que la materialidad del pensar está dada por la materialidad de los significantes, y las actividades mentales de la combinatoria de significantes que configuran al pensar. Además de metáforas (equivalentes a las condesaciones de Freud) el inconsciente estructurado como lenguaje se estructuraría en metonimias (equivalentes a los desplazamientos de Freud); según la teoría lacaniana una metáfora puede ser una condensación de metonimias, para entender esto se basa en los estudios que sobre las afasias hizo el célebre lingüista Roman Jakobson.
Lo real, lo imaginario y lo simbólico
Registro de lo real
Lo real es aquello que no se puede expresar por el lenguaje, lo que no se puede decir, no se puede representar. Lo Real está siempre presente pero continuamente mediado por lo imaginario y lo simbólico
Registro de lo imaginario
Lo imaginario está constituido en un proceso que requiere una cierta enajenación estructural, es el reino de la identificación espacial que inicia en el estadio del espejo y es instrumental en el desarrollo de la agencia psíquica. Es en este proceso de formación que el sujeto puede identificar su imagen como un yo, diferenciado del otro y en relación con el objeto a. Lo que se designa como yo es formado a través de lo que es el otro —de la imagen en el espejo que le devuelve la dimensión del otro como semejante-. Es la forma primitiva de pensamiento simbólico.
Registro de lo simbólico
Lo imaginario, o aspecto no-lingüístico de la psique, formula el conocimiento primitivo del yo, en tanto lo simbólico, término que utilizaba para la colaboración lingüística (significante), genera una reflexión a nivel comunitario del conocimiento primitivo del yo y crea el primer conjunto de reglas que gobiernan el comportamiento e integran a cada sujeto en la cultura. Constituye el registro más "evolucionado" y es el que caracteriza al ser humano. Lacan considera que por el lenguaje se construye un sujeto y el humano padece este lenguaje desde el nacimiento, aportándole a cada sujeto la calidad heurística (con el lenguaje se abre la dimensión del pensamiento)
El sujeto se desarrolla mediante su inserción en el orden simbólico, momento en el cual el infante adquiere la habilidad de utilizar el lenguaje –es decir, de materializar su deseo mediante el discurso.
Estadio del espejo
Lacan descubre (casi paralelamente a Wallon) que la percepción que cada ser humano tiene de sí, su sí-mismo es congruente con la noción de su ego y que esta imagen de sí, esta noción que cada ser humano tiene de sí, o ego, noción de su apariencia corporal completa y de su personalidad... sólo se logra a temprana edad viéndose reflejado en un semejante, a este momento se le llama estadio del espejo. El yo (o, ego) es (inicialmente) un otro, con tal descubrimiento puede decir Lacan: el sujeto se constituye en y por un otro semejante. El estadio del espejo está predeterminado genéticamente en los humanos y es perfectamente corroborable en condiciones científicas de experimentación (semeja en muchos aspectos al imprinting (grabación, troquelado) que en etología ha descubierto Konrad Lorenz).
El estadio del espejo es descrito en el ensayo de Lacan "El estadio del espejo como formador de función del yo", el primero de sus Escritos, considerado uno de sus trabajos más importantes.
Algunos lo ponen crudamente como el momento en el que el niño se 'reconoce' a sí mismo(a) en la imagen del espejo, pero esto no se apega a la idea de Lacan y hace confusa la terminología. El énfasis de Lacan se concentra en la identificación con una imagen o entidad exterior inducida mediante, como él lo pone, "insuficiencia de anticipación –y que crea para el sujeto, atrapado en la atracción de la identificación espacial, la sucesión de fantasías que se extienden a partir de una imagen-cuerpo fragmentada a una forma en su totalidad que llamaré ortopédica– y, por último, a la suposición de la armadura en la entidad alienante, que marcará con su estructura rígida todo el desarrollo mental del sujeto". Es la Función Paterna lo que permite que el infante sea un sujeto, lo más libre posible, con un pensar coherente lo más propio posible... y al mismo tiempo, por ser de pensar coherente, que le permita relacionarse positivamente mediante símbolos con el otro. La imposición de La Ley, ha descubierto Freud y lo corrobora Lacan permite la cultura, permite además la exogamia, y, así, la persistencia de la especie humana.
Es significativo que este proceso de identificación es el primer paso para la constitución del sujeto porque todo lo que le sigue -la transición hacia el orden imaginario y el orden simbólico- está basado en este reconocimiento equivocado (méconnaissance): este es el proceso que Lacan detecta en cada identificación posterior con otra persona, la identidad o mecanismos parecidos a lo largo de la vida del sujeto. Es el inicio de un proceso que dura toda la vida y que consiste en la identificación de uno mismo en términos del otro. Más aún: para que el ego plasmado o constituido durante el estadio del espejo pueda devenir sujeto se hace necesario luego el clivaje impuesto desde la función paterna, desde una de las instancias del Otro.
Los estudios de Wallon y los de Lacan en cuanto a la autopercepción humana a través de la imagen reflejada se anticiparon más de treinta años a los de la psicología evolutiva al respecto, recién en 1964 el estadounidense Gordon Gallup efectuó la llamada prueba del espejo, aunque significativamente omitió hacer cita de los trabajos precedentes realizados por Wallon y Lacan.
Clivaje
Concepto que en el psicoanálisis de Sigmund Freud se utiliza para describir la escisión yoica y en la teoría psicoanalítica de Jacques Lacan se refiere más puntualmente al efecto de la Función Paterna que separa al individuo del Deseo de la Madre. Hasta que no aparece y resulta eficaz la Función Paterna, todo infante es como un apéndice de su madre. Con el padre (o quien realmente cumpla su función) se obra una separación (tal como Freud lo describe al explicar el complejo de Edipo), es decir, se separa al infante de la madre, se le escinde de ella, tal escisión, muy precisa, muy determinante e integradora del sujeto en la sociedad, es precisamente el clivaje para Lacan.
El Otro
En contraste con los ego-psicólogos angloamericanos de la época, tal cual se ha visto Lacan considera al yo como algo constituido en el campo del "Otro", es decir, en la concepción de lo externo. Lacan argumenta que pensar el yo como una fuerza coherente con control sobre la psique de una persona difiere de lo planteado por Freud. Para Lacan, el yo permanece en conflicto interno permanente, sólo soportable mediante el autoengaño.
Su teoría del yo objetificado estaba inspirada en el pensamiento de Ferdinand de Saussure respecto a la relación entre el significado y el significante -el papel del lenguaje y las referencias en el pensamiento eran centrales a sus formulaciones, en especial la de lo Simbólico.
Pulsiones
Como Freud, considera que el comportamiento humano está regido por pulsiones, que se relacionan con el pensamiento heurístico y lo diferencian del resto de las especies. Es por esto que el humano no queda encerrado en el esquema de "estímulo respuesta" (E-R) que caracteriza a los otros animales. La articulación de la pulsión en el registro simbólico constituye lo que Lacan denomina deseo.
El sujeto deseante se adscribe a la cultura, en la medida que exista un objeto "ideal" perdido, al que llama objeto a. Esta instancia mítica, es la que Lacan denomina como S1 (significante del deseo de la madre), la que se relaciona con los postulados psicoanalíticos de la lógica de la castración.
El sujeto en la medida que se adscribe la interdicción de la ley paterna, entra a la mediatez de la cultura. El objeto a se pierde, cuando intenta dar cuenta de éste, ya que al hacerlo sabe que esa instancia mítica de S1 está perdida. En ese proceso, el sujeto entra a la lógica de la castración, al dar cuenta que "existe alguien, o algo" que permite "volver" a la instancia mítica de inmediatez y de goce. Por ende, S2 sería lo que Lacan llama la Metáfora del nombre-del-padre. Un representante que permite al sujeto entrar a lo simbólico y a la cadena significante. Que intenta de por si dar sentido a ese S1 que no puede presentarse. Ese ideal perdido y causal de deseo llamado objeto a.
Goce vs. deseo-placer
Otro de los aportes de Lacan es la distinción que realiza entre los términos goce y deseo-placer. Aunque ambos parecen semejantes, son radicalmente distintos y tienen consecuencias muy diferentes: el término goce se refiere a las actitudes en las cuales el sujeto pierde su cuota de libertad; el término deseo asociado con el placer, en cambio, se refiere a las conductas que dejan de estar apegadas cerradamente a un objeto determinado, permitiendo al sujeto ejercer su libertad.

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