jueves, 1 de julio de 2010

Néstor García-Canclini


  • BIOGRAFÍA

(La Plata, Argentina, 1939 - ) es un antropólogo argentino contemporáneo. Ha tratado el tema de la posmodernidad y la cultura tomando en cuenta una perspectiva latinoamericana.

García-Canclini nació en La Plata, Argentina el 1º de diciembre de 1939. Estudió filosofía y se doctoró en 1975 en la Universidad Nacional de La Plata y, tres años después, con una beca otorgada por el CONICET, se doctoró en la Universidad de París. Ejerció la docencia en la Universidad de La Plata (1966-1975) y en la Universidad de Buenos Aires (1974-1975). Desde 1990 es profesor e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa, donde dirige el Programa de Estudios sobre Cultura.

Nestor García ha sido profesor visitante de diversas universidades, entre ellas las de Nápoles, Austin, Stanford, Barcelona, Buenos Aires y São Paulo.

García-Canclini ha sido uno de los principales antropólogos que ha tratado la posmodernidad y la cultura desde la perspectiva latinoamericana. Uno de los principales términos que ha acuñado es el de "hibridación cultural", un fenómeno que.

se materializa en escenarios multideterminados donde diversos sistemas se intersecan e interpenetran

. Un ejemplo de esto son los grupos musicales contemporáneos que mezclan o yuxtaponen corrientes globales como el pop con ritmos autóctonos o tradicionales. En una de sus obras más conocidas, Consumidores y ciudadanos define al consumo como el conjunto de procesos socioculturales en los que se realizan la apropiación y los usos de los productos.


Entre sus libros, traducidos a diversas lenguas,
Arte popular y sociedad en América Latina, Grijalbo, México, 1977; La producción simbólica. Teoría y método en sociología del arte, Siglo XXI, México, 1979; Las culturas populares en el capitalismo, Nueva Imagen, México, 1982; ¿De qué estamos hablando cuando hablamos de lo popular?, CLAEH, Montevideo, 1986; Cultura transnacional y culturas populares (ed. con R. Roncagliolo), Ipal, Lima, 1988; Culturas híbridas. Estrategias para entrar y salir de la modernidad, Grijalbo, México, 1990; Cultura y Comunicación: entre lo global y lo local, Ediciones de Periodismo y Comunicación, La Plata, 1997; Culturas Híbridas Estratégias para entrar e sair da Modernidade, 2ª ed. Martins Fontes, São Paulo, 1998; Las industrias culturales en la integración latinoaméricana (con Carlos Moneta), Eudeba, Buenos Aires, 999; La globalización imaginada, Paidós, Barcelona, 1999; Imaginarios Urbanos, 2ª ed., Eudeba, Buenos Aires, 1999; Consumidores e cidadaos. Conflitos multiculturais da globalizacao, Ed. UFRJ, 4. ed., Rio de Janeiro, 1999; Latinoamericanos buscando lugar en este siglo, Paidós, Buenos Aires, 2002.

LIBROS

El malestar en los estudios culturales

No encuentro un término mejor para caracterizar la situación actual de los estudios culturales que la fórmula inventada por los economistas para describir la crisis de los años ochenta: estanflación, o sea, estancamiento con inflación. En los últimos años se multiplican los congresos, libros y revistas dedicados a estudios culturales, pero el torrente de artículos y ponencias casi nunca ofrece más audacias que ejercicios de aplicación de las preguntas habituales de un poeta del siglo XVII, un texto ajeno al canon o un movimiento de resistencia marginal que aún no habían sido reorganizados bajo este estilo indagatorio. La proliferación de pequeños debates amplificados por internet puede dar la apariencia de dinamismo en los estudios culturales, pero –como suele ocurrir en otros ámbitos con la oferta y la demanda– tanta abundancia, circulando globalizadamente, tiende a extenuarse pronto; no deja tiempo para que los nuevos conceptos e hipótesis se prueben en investigaciones de largo plazo, y pasamos corriendo a imaginar lo que se va a usar en la próxima temporada, qué modelo nos vamos a poner en el siguiente congreso internacional.

Hay, sin embargo, algunos productos que escapan a ese mercado, a estos desfiles vertiginosos. Después de veinte o treinta años de estudios culturales, es posible reconocer que esta corriente generó algunos resultados mejores que la época de fast- thinkers en que le tocó desenvolverse.

Unas cuantas investigaciones han contribuido a pensar de otro modo los vínculos con la cultura y la sociedad de los textos literarios, el folclor, las imágenes artísticas y los procesos comunicacionales. En algunos casos, sobre todo en América Latina, al estudiarse conjuntamente la interacción de estos campos disciplinarios con su contexto se viene produciendo una renovación de las humanidades y las ciencias sociales. En Estados Unidos, los cultural studies han modificado significativamente el análisis de los discursos, dentro del territorio humanístico, pero son escasas las investigaciones empíricas: en esa especie de enciclopedia de esta corriente que es el libro coordinado por Lawrence Grossberg, Any Nelson y Pamela Treichler, no se encuentra a lo largo de sus 800 páginas casi ningún dato duro, gráficas, muy pocos materiales empíricos, pese a que varios textos hablan de la comunicación, el consumo y la mercantilización de la cultura. De sus cuarenta artículos ni uno está dedicado a la economía de la cultura. Ante tales carencias es comprensible que muchos científicos sociales desconfíen de este tipo de análisis.

El otro aspecto crítico que deseo destacar es que la enorme contribución realizada por los estudios culturales para trabajar transdisciplinariamente y con procesos interculturales –dos rasgos de esta tendencia– no va acompañada por una reflexión teórica y epistemológica. Sin esto último, puede ocurrir lo que tantas veces se ha dicho de los estudios literarios, del folclor y de otros campos disciplinarios: que se estancan en la aplicación rutinaria de una metodología poco dispuesta a cuestionar teóricamente su práctica.

Creo que los estudios culturales pueden librarse del riesgo de convertirse en una nueva ortodoxia fascinada con su poder innovador y sus avances en muchas instituciones académicas, en la medida en que encaremos los puntos teóricos ciegos, trabajemos las inconsistencias epistemológicas a las que nos llevó movernos en las fronteras entre disciplinas y entre culturas, y evitemos "resolver" estas incertidumbres con los eclecticismos apurados o el ensayismo de ocasión a que nos impulsan las condiciones actuales de la producción "empresarial" de conocimiento y su difusión mercadotécnica. Lo digo así para insinuar que el énfasis teórico epistemológico, al que me limitaré por restricciones de tiempo, no puede hacernos olvidar que nuestras incertidumbres están relacionadas con la descomposición del orden social, económico y universitario liberal, con la irrupción y las derrotas de movimientos sociales cuestionadores en las últimas décadas y con el desmoronamiento de paradigmas pretendidamente científicos que guiaron la acción social y política. Se verá al final que esta revisión teórica tiene consecuencias en uno de los territorios al que los estudios culturales ha prestado más atención: la construcción del poder a partir de la cultura.

Pensar Iberoamérica. Las culturas Iberoamericanas en el Siglo XXI.

Néstor García Canclini, antropólogo argentino afincado en México, lleva desarrollando una intensa labor de estudio en el campo de la cultura, coordina este proyecto de la OEI para el bienio 2001-2002. Se espera la participación de un gran número de políticos, intelectuales y creadores culturales de Iberoamérica, como Carlos Iván de Gregori (Perú), Arturo Arias (Guatemala), José Jorge de Carvalho (Brasil) José Manuel Valenzuela (México), Alejandro Grimson (Argentina) ,Lourdes Arizpe (México), Antonio Augusto Arantes (Brasil), Lluis Bonet (España), José Teixeira Coelho (Brasil), Martin Hopenhayn (Chile), Juan Villorio (México), Francisco Wefort, (Brasil) Manuel Reyes Mate (España) y Adela Cortina (España)

El Proyecto se fundamenta en la necesidad de generar un espacio de reflexión y compromiso que potencie la aportación de la región a los impactos de la mundialización de la cultura y en que la acción política se legitime sobre la base de la reflexión intelectual y del diálogo.

Vivimos un periodo de crisis dentro de un proceso de globalización, en el que tienden a dominar las concepciones homogeneizantes y una cierta pérdida de sentido del interés general. En este contexto, los países iberoamericanos buscan sus propias fórmulas de intervenir, de definir sus identidades y de concebir su vida dentro de estos escenarios. Se plantea así la necesidad de incrementar el conocimiento de la cuestión iberoamericana, generando un espacio de reflexión y de compromiso.

Este proceso al que llamamos “Pensar Iberoamérica” consiste en potenciar la aportación de Iberoamérica a los impactos de la mundialización de la cultura, definiendo los rasgos comunes y las características de los mismos que representan ventajas comparativas respecto a otros contextos apoyando la acción política desde orientaciones sustentadas en la reflexión intelectual y en el diálogo.

Se requiere aquí de la promoción de acciones encaminadas hacia su consolidación y para ello la OEI pretende generar una dinámica de trabajo en esta línea, dividida en tres grandes etapas. Una primera fase de indagación y relevamiento de las cuestiones claves sobre Iberoamérica; un segundo periodo de tratamiento y sistematización de información, a través de un proceso abierto de consultas; y finalmente un tercer momento de registro y publicación de los contenidos. En el bienio anterior y cumpliendo con la primera fase del proyecto, se ha desarrollado una serie de seminarios de reflexión y análisis sobre las diversas temáticas de máximo interés en nuestra región, como cultura y globalización, o interculturalidad, diversidad cultural y multiculturalismo que tendría su continuidad en las actividades a desarrollarse en el presente bienio.


LA GLOBALIZACIÓN DE LA CULTURA

"Es la hora de globalizar la cultura" asegura García Canclini que sugiere pasar página en la discusión sobre las relaciones entre las naciones. La visibilidad y el respeto a las culturas nacionales serían el contrapunto a la globalización económica. Para él, resumir la globalización al dominio americano sobre la cultura es una forma de homogeneizar el pensamiento.

Canclini considera que hay que pasar la página de este discusión y valorar e incentivar la llamada globalización cultural. Un proceso que, al contrario de lo que ocurre en el modelo económico-financiero, reforzaría el papel de las dinámicas regionales y locales. "Las culturas nacionales persisten" afirmó Canclini en su conferencia durante la 4ª Cúpula de Mídia. "Necesitamos darles visibilidad". ¿Cual es el papel de la escuela en todo ello. Canclini considera que la juventud de hoy en día no se interesan por la historia y se mantienen indiferentes ante quien habla de futuro. Por otro lado, los gobierno no escuchan a los jóvenes. El resultado es una pérdida del sentido social y de identidad. "La educación formal necesita la televisión y los ordenadores para vincularse con la vida cotidiana de los estudiantes" argumenta Canclini "Pero desde el control remoto y desde el ratón hay que organizar la diversidad cultural donde se desarrollen opciones de vida inteligente". Esta función siempre será del profesorado.

Canclini comentó que en Francia se incorporó el cine desde el año 2000 en el currículum de la Enseñanza fundamental. "El arugumento principal es que el cine constituye un recurso equivalente a las artes plásticas y a la literatura para el desarrollo cultural de un país." El investigador planteó este ejemplo para criticar la tendencia de muchos profesores que ven los media como enemigos de la escuela. En vez de rechazarlos, considera, hay que ofrecer un conocimiento histórico y estético más amplio. Ello requiere que en las escuelas de igual modo que tienen libros y discos.

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